miércoles, 9 de enero de 2008


Una de las cosas buenas que tiene la Navidad es que uno suele disponer de más dinero de lo habitual para gastar en sus vicios, por aquello de los regalos de la gente no muy allegada que te dice “como no sabía que regalarte, te doy dinero y ya te lo gastas en lo que quieras”. Es curioso, te lo dicen como pidiendo perdón, cuando realmente uno está pensando que es un regalo cojonudo, sobre todo si lo comparamos con el típico jersey que te cae cuando no te quieren dar dinero, y que te pondrás tres veces en tu vida. Por ello, es de las pocas veces en las que yo me puedo permitir pasarme por alguna tienda que vendan cosas que me gusten a simplemente ver, con tranquilidad, lo que me puedo comprar y así hacerme mi propio regalo de navidad. Este año decidí ir a la tienda de comics a ver que podía adquirir para aumentar mi colección. Cuando llegué a la sección de comic europeo, iba pensando en que a lo mejor podía comenzar Murena, de Dufaux, pero hubo una portada que me llamó la atención. El dibujo me gustaba, era estilizado e invitaba a la fantasía. La edición, de Norma Editorial, con tapas duras y de buena calidad en el color, hizo que abriera el primer tomo para conocer un poco más el descubrimiento. Lo primero que vi terminó de convencerme: una impresionante viñeta en rojo, negro y blanco en la que un monstruo de otro mundo aparece ante un nervioso elfo.

Luego me enteré de que era un espíritu-bruja presentándose ante el chamán de un pueblo perdido en la montaña para profetizar que una recién nacida llevará la destrucción a sus habitantes. Esta niña se llama Wëena, y al avanzar en la historia se convertirá en una exuberante mujer de piel morena y cabello de color ceniza. Se narrará su desventurada historia a través de cinco volúmenes (en España sólo han sido publicado cuatro hasta ahora) a través de los cuales conoceremos sus aventuras junto a los otros personajes de la historia: su compañero de juegos de la infancia Gwylym, la familia del noble Morckoor, maldita por toda la eternidad, o la chiquilla llamada Ópera, único apoyo de la protagonista. A medida que avance el argumento iremos descubriendo el mundo de fantasía en el que viven estos personajes, del estilo de la Tierra Media de Tolkien, pero del que se nos muestra lo justo que tiene que ver con el relato como para que el resto tenga el encanto de ser algo oculto por descubrir. Hay que decir que la historia parece típica en el primer número, pero que desde entonces ésta se desarrolla de una forma completamente inesperada y sorprendente. También se innova incluyendo elementos no muy comunes en este género como la magia de la cartomancia. Otra virtud es que los hechos se suceden a un altísimo ritmo que hacen que la acción sea constante. Aunque para mí lo mejor sin dudas, y lo que me hizo comenzar esta colección como ya os dije antes, fue la calidad del dibujo, simplemente genial, de las mejores que he visto nunca, tanto por las formas como por el color y el entintado.

Lo malo, como no, el precio. 13 euros por cada tomo de 48 páginas. Caro, como nos tienen acostumbrados los buenos de Norma Editorial, pero también es cierto que de buena calidad, con tapas duras y sin problemas de impresión. En Francia, de donde son tanto el autor Eric Corbeyran como la dibujante Alice Picard, la colección se completó en 2007. Espero que el quinto tomo salga pronto y quede la colección completa, a lo mejor para el Salón del Comic de Barcelona en Abril lo publican. En todo caso, si queréis haceros con un comic diferente, de estilo europeo y de calidad, y no os parece demasiado elevado el precio, Wëena es una excelente opción.

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